25.09.2025.- La Unió Llauradora denuncia la fuerte crisis que sufren en esta vendimia los productores de uva de vinificación de la Comunitat Valenciana con precios muy por debajo de los costes de producción y sin un apoyo en forma de ayudas para la vendimia en verde por la negativa de la Conselleria de Agricultura a concederlas este año pese a las reiteradas demandas de la organización y del sector.
La situación en esta campaña es bastante desastrosa y muchos viticultores continúan sin contar con contratos y sin saber cuánto van a recibir por su cosecha. La mayor parte de los precios que se ofrecen a los agricultores están muy por debajo de los actuales costes de producción, en algunos casos no llegan ni siquiera a 0,20 €/kg, y que son los mismos que se pagaban en la década de los 80 y 90. “Son precios muy alejados de proporcionar la rentabilidad necesaria para que los agricultores continúen adelante con su explotación las próximas campañas”, asegura LA UNIÓ.
Para LA UNIÓ, “las bodegas comercializadoras abusan de su posición de dominio e incumplen la Ley de la Cadena Alimentaria y ese desplome de los precios amenaza la viabilidad de cientos de explotaciones familiares en las zonas productoras de la Comunitat Valenciana que podrían abandonar si persiste. Las pérdidas de la pasada campaña se podrían incrementar en esta con creces”.
Ante la previsión de este panorama, LA UNIÓ solicitó a la Conselleria de Agricultura ya en el pasado mes de enero que fuera sensible ante la crítica situación de los productores y concediera ayudas para la vendimia en verde. Sin embargo, el departamento dirigido por Miguel Barrachina se ha negado en todo momento y ahora los viticultores en este contexto de grave crisis no pueden acceder a estas ayudas. El objetivo para LA UNIÓ con esta petición era retirar un volumen de vino que permitiera restablecer el equilibrio del mercado.
El sector afrontaba esta campaña con moderado optimismo, confiando en que la calidad del producto y la menor presión de los excedentes permitiera una evolución más equilibrada del mercado, pero nada más lejos de la realidad.
Los descensos de cosecha no están influyendo en unos mejores precios, más bien al contrario. La última estimación situaba la cosecha en toda España en torno a los 31,5 millones de hectolitros, lo que supone una bajada significativa respecto a las previsiones iniciales. Esta reducción se debe principalmente a las altas temperaturas registradas durante el mes de agosto, unidas a la falta de precipitaciones, que han afectado a todo el viñedo y de forma más acusada de secano. El resultado es un menor peso de los racimos, que explica el nuevo recorte en la producción estimada.
En cuanto al cierre de la campaña 2024/2025, las existencias finales totales de vino se situaron en 30,6 millones de hectolitros, lo que supone un 1,42% menos que el año anterior y un 13,18% por debajo de la media de los últimos cinco años. Por su parte, las exportaciones españolas de vino cerraron la campaña pasada con una caída del 6,7% en volumen y en el primer semestre de este año a pesar de suavizarse también han bajado un 2,4%.
A pesar de disponer de un volumen bastante inferior, la calidad de la uva es buena, e incluso excelente en determinadas denominaciones de origen, gracias a una maduración adecuada y al equilibrio del azúcar y acidez.
Luis Javier Navarro, vicesecretario general de LA UNIÓ y productor de vino, señala que estamos inmersos en una “crisis estructural del sector del vino en la Comunitat Valenciana, provocada por unas cotizaciones ruinosas, un preocupante descenso del consumo y agravada por los efectos del cambio climático o medidas comerciales como los aranceles de Donald Trump y ahora rematada por la insensibilidad del conseller Miguel Barrachina negándose a dar ayudas a los viticultores valencianos para la vendimia en verde”.
Navarro indica que la vendimia en verde era “un paso imprescindible para asegurar las rentas de las personas viticultoras valencianas y para equilibrar el mercado en un marco de fuerte crisis de demanda. Este mecanismo no puede resolver los desequilibrios estructurales, pero puede ser muy valioso para reducir la producción por encima de la media en situaciones coyunturales”.